domingo, 29 de diciembre de 2019

Esa tal secuencia

Quedas idiotizado. No te podes mover, solo sonreís como un estúpido, miras de nuevo y ahí están, esos ojos, que como los de un gato cuando te piden que los acaricies, te dejan completamente esclavizado.

 Pero te es imposible, hay algo en tus receptores neuronales que se bloqueó. Yo supongo que la mente juega de esa manera para que no te concentres en nada más. Eso que viste y que te dejó completamente extasiado pero al mismo tiempo con la sensación de vacío (necesidad), de querer cada vez más y más.

 Esa manija que a uno lo carcome por dentro y hace que no puedas ni siquiera manejar tus movimientos, tus palabras ni tampoco tus pensamientos.

Toda esta previa de sensaciones que te acondicionan para el momento culminante dónde se produce el contacto. Ese primer roce dónde tu corazón se acelera hasta reventar cuando sentís la caricia de su mano pasando por tu cuello. 

Ese momento tan perfectamente pensado para que uno estalle en serotonina y dopamina a tal punto que se note hasta en los ojos las pequeñas moléculas brotar.

El choque sutil de tus labios con los suyos y ese pequeño sabor dulce que le quedó en la boca por el chupetín que segundos atrás sacó de su boca para poder atacarte de una manera muy sensual.

Cuando te despegas sentís ese perfecto olor a tabaco desprenderse de su nariz que resopla delicadamente. De la nada desaparece como humo, sus amigas la llamaban y ella sale corriendo perdiendose entre la jungla de cadaveres vivientes.

Caes nuevamente a la realidad y empezás a escuchar a toda la gente bailando, gritando desaforadamente cuál simio civilizado que tuvo su noche libre para volver a sus instintos más primitivos. Ojos como búhos, lentes que intentan esconderlos, caras que son imposibles de disimular. 

Ahora que lo pienso, yo también soy uno de esos y me comí una re secuencia...

martes, 25 de junio de 2019

Mereces todo lo que sueñas...?

Me lo preguntó una vez, dos veces, tres veces y nunca llego a una conclusión exacta.

La primera vez me digo a mí mismo "Si todos dicen que yo merezco algo, entonces debo estar apto para eso. Pero si todos nos basaramos en lo que otros dicen de nosotros no seríamos nosotros mismos, no serían nuestros propósitos ni nuestros objetivos los que nos guíen en nuestro camino. ES MÁS, ni sería nuestro camino" y se me pasa.

Luego una segunda vez y pienso "Algo debo estar haciendo bien para poder lograr que las cosas se encaminen hacia el lugar que sé que quiero ir. Pero, y si todo es una pantalla de humo dónde creo que estoy por concretar un objetivo grande en mí vida y después se echa a perder"  No podría dejar que esto pase. No puedo luchar contra esa lógica, no creo tener la fuerza como para combatir esa inseguridad y por ende no creo ser digno de merecer ese sueño cumplido.

Si, se que suena estúpido cuando uno lo escribe de esa manera, y lo es, es algo que trabajo día a día porque quiero mejorar, por lo menos para superar esa barrera que yo mismo creo en mí mente y me detiene el paso.

Porque trabajando para evolucionar es donde empezás a visualizar que lo que querés es tuyo y únicamente tuyo y si no lo querés es porque no es tuyo.

En la tercera y la vencida comprendí. Mereces lo que sueñas cuando trabajas por ello, cuando realmente haces propio un sueño.

Imaginate, en tu cabeza ya se cumplió, sólo tenés que decirle a la bolsa de huesos y músculos que se muevan en esa dirección.

viernes, 31 de mayo de 2019

Hasta luego

Contemplo, pienso y te despido. No sé bien a qué, porque ya hace rato que no estás por acá pero te imagino partir y se me desmorona la conciencia.
La vida sigue, ya se, a veces quisiera que siga siendo con vos  pero se que no puede ser así, lo sé y cuesta asociarlo a la rutina del día a día.
Miro de nuevo la nieve, el agua y pienso "Que frío" pero me doy cuenta que más frío es el vacío que quedó en casa y que  ni con la manta más abrigada del mundo voy a poder siquiera entibiar ese lugar.
Por momentos creo que te equivocaste y sin querer te llevaste parte de mí. Ahora simplemente queda recolectar cachos de mí ser que están esparcidos por el mundo...