Comidas livianas para afrontar cambios pesados
Desde mí punto de vista de “cocinero en formación” creo que en esta etapa de mí vida, la de mis amigos, compañeros, no compañeros o egresados de cualquier otra escuela, en cualquier otra época, siempre va a costar procesar toda esta serie de cambios que se vienen al terminar el secundario. Porque esta nueva etapa tiende a tener muchos ingredientes que debemos incorporar. Porque no sólo los cambios son el plato principal, sino que este proceso comienza con una entrada de nostalgia, dolor, de pensar que todo se termina y no hay nada más. No más amigos, no más recreos, no más charlas, jodas, organizaciones de juntadas, burlas, materias, profesores copados y no tan copados, abrazos, peleas, llantos, amor, odio, amor después del odio y luz. Todo esto se genera al pasar los años en un lugar rodeado de gente, todos diferentes, especiales y únicos pero al mismo tiempo iguales, todos con convicciones, sueños, promesas, ilusiones y desamores.
Uno nunca se pone a pensar todo lo que pasa en la escuela, porque a pesar de lo poco que realmente se aprende, logra por lo menos comprender y simpatizar, aunque no todo el tiempo, con sus compañeros.
Porque después de 6 años o la cantidad que sean uno tiene que aprender a soportar.
Luego viene la “comida de verdad”, el festín, que aunque sea grande o chico sigue siendo un festín. Acá nos encontramos con un millón de cosas que no conocíamos. Es como ir al tenedor libre del chino cuando está cerrando, pero ya haber picado algo en casa. Porque hay tanto para probar y tan poco espacio-tiempo para decidir con qué comivida nos quedamos.
Que si queremos asado, pastas, ser abogado, ser profesor, pizza, ser deportista, comida china, ser inventor de algo revolucionario o clavarte una milanesa con puré.
No podés decidirlo así porque si, porque puede que no termines de disfrutar tu plato.
Asi que tomate tu tiempo, decile al mozo del chino que no sea careta y que te dé un poco más de espacio para elegir con tranquilidad y quedate con el que más te parezca, probá y si no es lo tuyo agarrá otro plato e intentalo de nuevo, pero nunca dejes de probar cosas, no te conformes con unos fideos con tuco recalentados.
Después de todo el quilombo de sabores nuevos que conociste, se viene el postre que puede estar acompañado de otro montón de cosas.
Amor, decepción, odio, felicidad, libertad, sentir que todo te pesa, soledad y hasta depresión. Este plato es el que más se disfruta porque te podes tomar tu tiempo para asociar cada uno de los gustos. Lo bueno es que siempre es una sorpresa porque nunca sabés lo que te va a tocar degustar.
Todo esto forma parte del encuentro con una nueva etapa, un nuevo capítulo en nuestras vidas. Asi que lo que te recomiendo es que te lo tomes con limón y soda (cómo la receta de abajo) y mandate de lleno a vivir este mundo, porque no sabes que te vas a encontrar hasta que lo probás.
Seguro me faltó describir un montón de cosas pero tengo que pasar a la receta, porque si no se cansan. Así somos los jóvenes.
Receta de vida
Trago cóctel
1 Oz de ánimo
1 Oz de sacarse el miedo
3 Oz de limón
1 cucharada de Lima para que te endulces
1 sifonazo de soda para que reviente todo y la pases mejor
Receta de comida
Wrap veggie
Relleno:
¼ pimiento rojo
¼ pimiento verde
¼ pimiento amarillo
1 zucchini
1 cebolla morada grande
1 cda de salsa de soja
1 tomate
Aderezo de palta:
1 palta
1 cda de queso crema
1 cda de limón
Masa de tortilla:
100 gr de harina 0000
1 cdta polvo de hornear
1 cucharada de aceite
Sal y pimienta c/n
Primero de lo primero vamos a hacer la masa de los wraps. Ésta se hace mezclando harina, una cucharada de aceite, una pizca de sal, una cdta de polvo de hornear y agregando agua hasta formar un bollo firme. Lo dejamos reposar en la heladera tapado por 30 mins.
Una vez enfriado se hacen bollitos y se estiran de forma circular hasta que queden bien finos, se cocinan en una sartén o panquequera vuelta y vuelta para que no queden crujientes.
Ahora vamos por el relleno.
Cortamos todos los vegetales en Juliana o para hacerlo menos careta en tiritas largas que vamos a poner a rehogar en una sartén.
Condimentan a gusto y una vez que tomaron color doradito le agregan la cucharada de salsa de soja y dejan que se reduzca, luego apartan y dejan enfriar.
Ahora al aderezo de palta que es simplemente mezclando palta con una cucharada de queso crema y limón para que no se oxide y un poquito de sal y pimienta para condimentar.
Ahora pasamos al armado del wrap.
Este lo haces poniendo en el medio primero el aderezo para que no se humedezca la tortilla, luego los vegetales cocidos, el tomate cortado en tiras sin semillas y un poco más de aderezo por arriba. Y se viene lo más difícil porque si lo cargaste como una bestia (yo) se va a complicar cerrarlo. Por lo que haces un doblez por la parte de abajo y empezas a enrollarlo y tadá, ya tenés tu wrap veggie super liviano, ultra sano, bueno no tanto porque tiene harina, pero que está riquísimo eso sí.